Abrimos el corazón: el Sol entra en Leo

La astróloga Susana Maio nos cuenta sobre la entrada del Sol a Leo y sobre cómo enfocarnos en esta temporada para despertar nuestro corazón.

 

El Zodiaco es Unidad. Así como lo es el Yoga, para mí el Zodiaco es la mirada del Universo como una unidad. Así los diferentes signos, son diferentes tiempos, momentos, ritmos que van componiendo, tejiendo, constelando ese viaje que habla de integración. Y así también es un entrenamiento, una práctica, que me ayuda a ver junto aquello que mi mente intenta separar.

El Sol, representación simbólica de nuestra esencia, viaja por los 12 estadios, invitándonos a la travesía.

 

La entrada del Sol a Leo

 

Fin de la temporada Canceriana, de traspasar atravesando sombras de emociones ancestrales guardadas. Pasó también la temporada de Eclipses más cargada de alineaciones de los últimos años. Ahora el Sol, símbolo de nuestra esencia, de nuestra presencia constante, creativa y dadora, llega a su Constelación de regencia, Leo. Y el largo viaje de sanar encuentra justa manifestación en la creación de lo nuevo honrando de dónde venimos.

Cáncer y Capricornio son un eje caliente del zodiaco por estos tiempos convulsionados. En Capricornio se encuentran varios titanes, Plutón, Saturno, Júpiter, muchachos de las grandes ligas planetarias que, desde hace por lo menos un año y medio nos hacen trabajar fuerte. Que aspectos? El equilibrio entre nuestra estructura, y nuestra sensibilidad, así como en cada asana hay una parte en tensión que sostiene hay otra en relajación.

Así esta temporada propuso un tiempo para fortalecernos dentro, nutridos y en contacto sensible con quienes somos. Pero también nos propuso un tiempo de revelaciones internas, de descubrir meras identificaciones formales, de despedir estructuras viejas que nos alejan del sentir, de lo esencial y así se vaciaban de contenidos. También trabajamos el compromiso, ese esfuerzo paso a paso como la construcción de la práctica diaria, a la que no puede faltarle esfuerzo ni amor propio.

Así el Sol  llega A Leo este miércoles  y con él el momento para aventuramos más allá. Llega el tiempo de despertar nuestro Chacra Anahata, centro de nuestro cuerpo, punto de confluencia de la energía de abajo y de arriba. Sabemos que allí se unen Cielo y Tierra.

 

En el Corazón comienza la Curación

 

El fuego interior despierta, y dispone la valentía necesaria para manifestar esa conexión que nos permite entregarnos.

Expresar quienes somos es invitación ineludible, rugir nuestro nombre al ritmo cardíaco del corazón que late.

Pero no solo, Leo es mucho más que un nombre propio. Es muchísimo más que una imagen acabada y repetida de aquello con lo cual el ego se identifica. Leo es más que las identificaciones parciales y repetidas de nosotros mismos.

Leo propone, para quien este dispuesto a entregarse al viaje, un contacto profundo con nuestro SER, que, como el Sol, es presencia constante. Ser a cada instante, ser más allá de los reconocimientos recibidos, ser más allá de pensamientos, ser conectados con el propósito generoso del corazón y el alma.

Ser que se expresa, y que en esa expresión desinteresada y suelta de expectativas, da. Da lo que late, lo que es, lo que a cada instante descubre va siendo. Da generoso, valiente, expansivo y resonante. DA. Jamás busca asegurarse. Siempre aventurarse a vibrar en concordancia con lo superior. Ese es el corazón leonino que ruge igual que el gallo canta cuando aún no se ve la luz.

 

Ser con el corazón abierto

 

Ser uno con la consciencia superior que supera la visión egoica. Es inmejorable momento para volver a revisar y sembrar la intención de expresarnos congruentes con quienes de verdad somos. Intentemos no olvidar, para hacerlo, diferenciar manifestación de necesidad de reconocimiento.

Intentemos ser conscientes de la profunda diferencia entre Ser sin especular y hacer esperando resultados.

Que podamos todos ir más allá de la imagen, y nuestros latidos resuenen y nos saquen del sueño. Que nuestras intenciones trasciendan nuestro límite cómodo y personal y entendamos que abrir el corazón solo es posible cuando empezamos a soltar las expectativas de retribución. Y podamos ir mas allá del brillo para recuperar la propia luz.

Nos dejo aquí, para guiarnos, la frase de Lao Tse: “Quien intente brillar pierde su propia luz”.

Bienvenidos a esta temporada de corazones despiertos que laten y al latir despiertan en ellos y en otros el profundo y vital sentido de la consciencia superior de ser y existir.

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