La profe de Yoga, Lola Larrosa, nos explica a través de su experiencia por qué practicar Yoga durante el embarazo (incluso si nunca antes lo habías hecho).
El embarazo es, sin dudas, un momento bisagra en la vida de una mujer. La capacidad de gestar y todos los cambios que conlleva nos conecta/recuerda el milagro de la vida y lo sagrado del cuerpo femenino.
Son 40 semanas lo que tarda, aproximadamente, un bebe en formarse en el útero de su madre. Pero es todo su cuerpo el que modifica durante ese tiempo y las sensaciones físicas se intensifican a medida que el vientre se agranda. Incluso en el primer trimestre, cuando puede no haber cambios evidentes, el cóctel hormonal se siente recorriendo el torrente sanguíneo y generando malestares, náuseas, mareos.
Los meses durante los cuales se espera ese hijx son únicos e irrepetibles, pero se pasan pronto. Si posamos toda nuestra atención en las superficialidades y banalidades que nos ofrece el afuera (por adorables y entretenidas que sean) nos estaremos perdiendo de las profundidades que nos invita a bucear el embarazo. Y es que, además de nuestro cuerpo, nuestra vida entera se está transformando.
Conectar con tu proceso a través del Yoga
Habitar el cuerpo, aceptar sus cambios, respirar las incomodidades. Imaginar el pulsar de los dos corazones, reconocerte hormonal, confiada, inestable, perceptiva, con miedos, poderosa, ansiosa. Abrazar las sombras del embarazo y la maternidad, y sus sube y bajas, implica empoderarse y crecer. Y también soltar el tener que sentirse de determinada manera o encajar en algún estereotipo de madre y mujer.
Poder conectar con tu proceso, gracias a la práctica del Yoga, hace del tiempo de gestación un momento de sensibilidad, apertura, auto escucha y validación, que a la vez de maravilloso es necesario para gestar, parir y maternar de manera consciente.
Si ya venías practicando regularmente, ya sabés todos los beneficios que te estás brindando. Podés ir adaptando y modificando esa práctica de acuerdo a tus necesidades físicas y emocionales, gracias a ese autoregistro que vas desarrollando. Si nunca practicaste aun, el embarazo es un gran momento para comenzar, aunque lo ideal sería que lo hagas a partir de la semana 12, con acuerdo de tu médico/médica. Mover tu cuerpo conscientemente va a ayudarte a suavizar molestias de espalda y pelvis y acompañarlo amorosamente en su expansión y en su preparación para el parto.
A nivel mental, cada momento de introspección, de calma, de autobservación que te regales durante la gestación, también se lo regalas a tu bebe. El percibe el mundo de afuera a través tuyo, a través de la velocidad de tu respiración, de tu ritmo cardiaco, por ejemplo. Además, mientras que está en tu panza y por algún tiempo más, tu hijx comparte tu misma aura, por eso cuidar y equilibrar tu energía es clave.
Lo ideal es buscar una práctica específica para embarazadas, ya que él/la profesor/a estará atento/a a las variaciones de las posturas y a evitar asanas y pranayamas más intensos. Además, contactarte con otras personas gestantes va creando sensación de tribu, de sostén y compañía.
La forma en como vivas tu embarazo determinará como recibas a ese nuevo ser, y cómo le muestres el mundo. El Yoga te invita a vivirlo de manera presente, atenta y con confianza en tu poder personal.
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Sobre Lola
Hola, soy Lola, tengo 35 años, soy profesora de Hatha Yoga, comparto mis días con mi hija India, de 2 años, mi pareja,el Ruso, y mi perra Gina. El Yoga, que conocí hace unos 9 años, transformó mi vida profundamente, hasta que llegó la maternidad (por suerte llegó después) y la transformó aún más. Les comparto lo que siento con respecto a practicar Yoga durante el embarazo. Espero que lo difruten.
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