Compartimos una entrevista a nuestra nueva embajadora Luleå: Celeste Campos.
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¿Cómo te acercaste al yoga?
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Siempre hice danza y descubrí las asanas de Yoga en los precalentamientos y las relajaciones finales de las clases. También mi mamá practicaba Yoga y de adolescente me llevó a tomar clases al Centro Ananda Yoga.
¿Cuándo sentiste que querías instruirte en la práctica de yoga? ¿Cómo fue?
A los 19 años descubrí que cerca de mi casa daban un profesorado y sin dudarlo me anoté.
¿Cuáles fueron los primeros cambios que notaste?
Incluir la respiración profunda, el silencio y la permanencia en los posturas de estiramiento que ya hacía en danza, me cambió completamente, ya que fui descubriendo que podía tener momentos de conexión profunda conmigo misma.
¿Cómo repercutió la práctica en otros ámbitos y rutinas de tu vida?
Descubrir la parte filosófica del yoga me ayudó mucho en la época en que empecé el profesorado, a los 19 años, ya que estaba pasando por una gran crisis.
¿Por qué recomendarías la práctica diaria de Yoga?
Lo que recomiendo es que si no hay tiempo para hacer una práctica completa todos los días podemos al menos dedicarnos un momentito del día para hacer unas respiraciones profundas, unos movimientos articulares suaves, etc, es decir buscar cada día aunque sea un momento para ir hacia adentro y establecer un puente entre cuerpo y mente.
¿Cuál es la postura que más disfrutas? ¿Hay alguna que haya provocado un quiebre en tu práctica? ¿Por qué?
Disfruto mucho las aperturas de caderas. Descubrir las posturas en las que puedo elongar el psoas, (como Virabhadrasana I, Eka pada raja kapotasana, Hanumanasana, etc,) me permitió profundizar mi práctica y mi conciencia general, tanto sobre el cuerpo físico como también sobre el cuerpo emocional, ya que se dice que es en el psoas donde acumulamos emociones que tal vez hemos bloqueado.
¿Qué consejos darías a un alumno o colega si quiere abandonar la práctica?
Le diría que pruebe distintos estilos, tal vez el que está practicando no es el suyo. Y también le diría que si no siente que el Yoga es su camino que busque otro caminito, pero que nunca nunca abandone la búsqueda del autonocimiento.
¿Qué pensás sobre el aporte de Luleå a la comunidad yogui?
Me enorgullece ser embajadora de Luleå por su compromiso con la comunidad yogui al hacernos prendas realmente pensadas para la comodidad de la práctica y además por ser tan bellas.
¿Cuál es tu prenda Luleå favorita? ¿Por qué?
No podría decidirme, sin duda tanto tops como leggings son los más cómodos que he probado. La maillot rosa wine me remonta a mis años de danza clásica y por eso le tengo un aprecio particular.
¿Qué resaltas de la ropa lulea?
La calidad de sus telas y la creatividad para pensar sus diseños e ilustraciones auténticas.
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